Pulverizador, el instrumento esencial y muy importante en la pulverización del ambientador. El fundamento de un ambientador es perfumar el ambiente, es un concepto claro y que no cabe duda. Pero cómo perfumar el ambiente.
Existen varias formas de hacerlo.
- Mediante aerosol (spray) que contienen gases para su expulsió.
- Mediante pulverizadores de micropompas a presión (lo que conocemos como un gatillo convencional manual).
El efecto de los gases y su iteración química con el perfume es conocido y de los elementos nocivos (gases) que se emanan al aire. De lo que voy a hablar es del mecanismo manual, el pulverizador, y su importancia a la hora de elegir qué o cual usar.
Un pulverizador mediocre puede tirar por suelo el mejor de los ambientadores
El pulverizador
Es un mecanismo manual que de forma resumida consiste en una especie de cilindro con un pistón que toma aire y aspira líquido para micro-pulverizarlos en diminutas gotitas por su boquilla al aire. El sistema es bien sencillo, pero de lo sencillo a veces nos olvidamos que es un elemento primordial a la hora de usar el ambientador.
Un pulverizador mediocre puede tirar por suelo el mejor de los ambientadores. Una buena micropulverización proporcionando una micro gotas suspendidas en el aire conseguirá un mejor rendimiento del perfume. La mezcla de este y la evaporación con el aire hará que estos en conjunto interactuen en el ambiente proporcionando una perfecta aromatización.
No es necesario recordar que cuanto mejor sea un pulverizador menos gotas caerán al suelo por su peso molecular. Esto evitará que suelos delicados se mojen y conseguirá que el líquido quede suspendido en el aire. Lo mismo ocurrirá con los tejidos usando un buen pulverizador, no dejando manchas, ni salpicaduras.
Un buen pulverizador es comparable con la micropulverización de un aerosol. Pero no es dañino con el ecosistema como lo es un aerosol, y con menos costo pues es reutilizable. Con ello produciremos menos desechos en el planeta.
Resumen
En consecuencia hay que se cautos cuando vayamos a usar un pulverizador, porque cada cual está preparado para una función diferente. No es lo mismo un pulverizador para un producto de limpieza que uno destinado a aromatizar el ambiente.